Mas nueces que ruidos

sábado, marzo 01, 2008

asado bisiesto

Cuando sali a buscar, a mis 23 anios, mi primera casa para comprar en capital federal que tenga parrilla era uno de los amenities (que top que somos los argentinos hoy) fundamentales. Asi fue que con el correr de los anios mi habilidad con el fuego y las carnes fue mejorando y mejorando. Hoy me llevo varios elogios por suerte cada vez que un vacio cae en mis manos. Descubri que fue terapeutico, me armo de paciencia y me llevo a mi formacion: el asado tiene un trabajo infantil para armar los bollos de papel, la choza de madera, y luego poner los carbones dejando las ventanas y espacios para que "respire"; es adolescente con el juego del fuego, buscando el limite de la chispa y el calor; y la paciencia del adulto para esperar el momento indicado y repartir con justeza cada una de las brasas. Cada vez que termino un asado quedo tan exhausto como satisfecho. Ya sentado y acentado en mi ultima casa "de casado" volvi a mis asados con mayor regularidad. Siendo tambien tradicional en mi familia juntarse en una mesa con un asado de por medio, fue raro que en todo este tiempo nunca habian venido. Esta clara la distancia de la capital con la provincia y el hecho que mis primos ya son mas grandes y "estas reuniones de adultos" no les es tan atractiva. Pero por esas combinaciones de coincidencias extranias, nos volvimos a juntar pero esta vez les pude yo hacer el asado y en mi hogar. Realmente fue una cena muy rica, super interesante, donde quedo demostrado que mi familia esta para todo y que la union se mantiene; quizas un poco debilitada por la distancia, pero que la sangre prevalece y una mirada explica todo. Ahora, al fin de mis pensamientos me doy cuenta que nos juntamos un dia que no sule existir en el calendario, 29 de febrero. Regalo o Ficcion?