El sindrome banfileño

Ademas de las satisfacciones obvias del trabajo (quien dijo dinero? exito? vle!) una de las importantes para mi ha sido ganar grandes amigos. Entre ellos, quizas el mas grande, a quien mas respeto, admiro, y a pesar de la distancia de nuesto hoy, siento mas cerca es a Octa. Ayer tuve el placer de reencontrarlo con un pedazo de carne de por medio (y eso no sono nada bien). La charla nos llevo por un recorrido veloz (el tiempo nos mata) por nuestra actualidad. Ponerse al dia deberia ser solo la primera parte, pero a veces, es el todo. No voy a contar que hablamos ayer, pero nuestra conversion me hizo recordar aquella anecdota con la cual Él me hizo "famoso" dentro de nuestro circulo de amistades en su momento. Estoy seguro que Octa la podria contar mejor, pero aqui va mi version. Estabamos en el rodaje de un comercial para una toalla femenina. Los guiones pueden cambiar todo el rato, ser mas modernos o mas clasicos, pero lago que va a tener un comercial de toallas femeninas es... justamente sus posibles usuarias. En aquella oportunidad teniamos cinco bellas y jovenes chicas en los roles protagonicos, entre ellas una chica que particularmente no me parecia tan linda. Al fin del rodaje, y ya yendonos a casa, Octa y yo veniamos hablando de "cual te gusta a vos, cual a mi"... Octa: "a mi me gusto mucho *romina, me parece que esta barbara. Sebas (aka Yo): "que? justo ella? que te gusto? no tiene nada de linda, la verdad que la que esta buena es *laura" O: "no bolu! mirala, esta buena, es sensual, me atrae..." S: "ni en pedo! la otra esta mucho mejor!" O: "ehh!! bueno, no es para tanto... que? no te la cogerias?" S: "ahh no, para! gustarme, gustarme... no me gusta, pero le hecho cinco polvos" Esa ultima frase quedo inmortalizada en las paredes de un estudio de munro. Nota: los nombres de las chicas han sido modificados. Las palabras en uso pueden no ser exactamente correcta. Pauta exclusiva para la republica argentina.